El básquet correntino sigue escribiendo su historia con jóvenes talentos que llevan su pasión a lo más alto. Uno de ellos es Hugo Benítez, un joven de 19 años oriundo de Saladas, Corrientes, cuya vida ha estado ligada al deporte desde que tiene memoria. Con un camino de esfuerzo, dedicación y sueños por cumplir, Hugo es un ejemplo de perseverancia dentro y fuera de la cancha.
Desde los 5 años, el básquet se convirtió en su gran pasión. Aunque probó suerte en el fútbol, rápidamente se dio cuenta de que no era lo suyo. «Sí, sí, probé con fútbol, pero no era lo mío, jajaja», cuenta entre risas. Fue entonces cuando el básquet capturó por completo su corazón. «Lo que más me atrajo es la forma en que se juega y el trabajo en equipo».
A la hora de elegir un club, Hugo se sintió identificado con una institución que le llamó la atención por su historia y por la calidez de su gente. En su entorno familiar, el deporte siempre tuvo un lugar importante: «Vengo de una familia que le gusta bastante el deporte». Su mamá, su papá y sus hermanos menores, de 14 y 12 años, han sido su principal sostén a lo largo de su carrera.
Su sueño es claro: «Poder jugar en la máxima categoría de Argentina». Para ello, su objetivo es dar lo mejor de sí día tras día. «Quiero mejorar todos los días un poco más», dice con determinación. Y en esa búsqueda constante, su mayor inspiración es su familia, que, a pesar de la distancia, lo motiva a seguir adelante. «Seguir superando los obstáculos que van apareciendo en el camino es parte del desafío», agrega.
Sin embargo, hay una persona muy especial que ocupa sus pensamientos en cada partido: su abuela. «Es mi ángel y me acompaña en todo momento». A pesar de la distancia que lo separa de su familia, Hugo siempre siente su apoyo incondicional. «Obvio que la familia siempre acompaña y apoya. Al estar lejos es un poco más difícil tener el momento para hablar y proyectar mis sueños, pero cuando vuelvo a mi ciudad, sí hay tiempo para eso».
Por el momento, Hugo no está estudiando, pero tiene claro que le gustaría formarse en algo relacionado con el deporte. «Me gustaría estudiar algo ligado al básquet, como kinesiología o educación física». Su relación con los estudios siempre estuvo marcada por una consigna clara en su infancia: «Cuando era chico, uno de los retos más fuertes era: ‘Hasta que no levantes esa nota, no vas al club’. Y era lo peor que podía escuchar, jajaja».
Hugo se proyecta en el futuro cumpliendo sus sueños y viviendo del básquet. «Me veo logrando mis objetivos». Y para los más pequeños que sueñan con un camino similar, deja un mensaje claro: «Que trabajen por sus sueños y luchen por eso».
Para él, el básquet es mucho más que un deporte. «Es trabajo en equipo, superación y también me divierto y la paso bien haciendo esto». Y cuando se trata de referentes, su inspiración actual es Gabriel Deck. «Por todo su pasado y por lo que luchó para estar donde está hoy».
Con el corazón en la cancha y la mirada puesta en el futuro, Hugo Benítez sigue escribiendo su propia historia en el básquet, con la certeza de que los sueños se cumplen a base de esfuerzo y pasión.